Tomografía por Emisión de Positrones (PET-CT)
La tomografía por emisión de positrones (PET-CT) es una técnica que permite evidenciar en imágenes procesos biológicos en organismos vivos. A partir de la inyección de una molécula marcada con un emisor de positrones y de la adquisición de las imágenes es posible visualizar distintos procesos biológicos en un paciente, como el consumo de glucosa, el flujo sanguíneo o la expresión de determinados receptores celulares. La gran sensibilidad de esta técnica para la detección de estos procesos le confiere un destacado rendimiento clínico para el diagnóstico de alteraciones características de determinadas patologías. El PET-CT es una técnica con una buena sensibilidad para la detección precoz de ciertas lesiones tumorales, incluso antes de que se produzcan alteraciones estructurales que se observen por otras técnicas. Esto hace que en general la oncología sea una de las áreas en las que más se utiliza los estudios PET-CT.
Esta técnica se aplica con frecuencia en la estatificación inicial y reestadificación de distintos tipos tumorales, entre los que se encuentran los linfomas, el cáncer de colon, el cáncer de pulmón, el cáncer de mama y el de próstata entre otros. Es importante destacar que no todos los pacientes con estos tumores se beneficiarán de la indicación de estos estudios, sino que el beneficio potencial de la técnica se limitará a situaciones clínicas específicas en las que el médico tratante identifique que el PET-CT. puede aportar información de relevancia para el manejo de cada caso. Otras áreas en las que el PET-CT ha mostrado una utilidad clínica importante son la neurología, incluyendo patologías como la epilepsia refractaria al tratamiento farmacológico, las demencias o los parkinsonismos, o la cardiología en escenarios clínicos específicos como la detección de viabilidad miocárdica o el diagnóstico de isquemia balanceada, siempre que el médico tratante identifique que el estudio puede aportar información de utilidad para el manejo del paciente.